Desconfianza en La Maternidad
En la maternidad somos la primera maestra de nuestros hijos y buscamos formas de comprenderlos, nutrirlos y realmente cuidar de ellos. Cada niño es una lección para los padres, a medida que conocemos sus fortalezas, sus preferencias alimentarias y los múltiples cambios en cada etapa de su desarrollo. Luego, tomamos esa información y se la presentamos a nuestros hijos de la manera que mejor les ayude a aprender. Para las madres, los hijos son más que una simple oportunidad de mostrar nuestras fortalezas como padres. Los niños activan una parte de la historia de los padres que puede ser tierna y esta oportunidad puede ser difícil de navegar. Especialmente para aquellos que crecieron en hogares familiares abusivos. Este desafío para las madres sobrevivientes de un trauma puede estar plagado de frustración. Los supervivientes quieren una vida mejor para sus hijos. Pero los supervivientes desconfían de sí mismos, de los demás y de su entorno.
Confiando en La Maternidad
En 2011 escuche a un instructor de yoga sensible al trauma hablar sobre su madre, que falleció cuando era joven. Él dijo, “ella realmente me conocía bien.” La historia de esta persona me llamó la atención porque todavía no era madre pero la forma en que habló de su madre resonó en mi mente. Comencé a recordar sus sabias palabras cuando comencé a criar a mis propios hijos. Quiero que mis hijos me recuerden de una manera que se sientan vistos y escuchados constantemente durante toda su infancia.
Comienza la Desconfianza
La maternidad y confiar en ella, puede ser frustrada de varias maneras. En los Estados Unidos, la maternidad es un lugar muy precario hoy en día. En mis recientes viajes al Ecuador estuve hablando de la maternidad con mi familia. Un miembro de la familia supuso que las mujeres estadounidense tienen la actitud de “tu puedes hacerlo” de Rosie Riveter y me viene a la mente la imagen por la que es conocida con su pañuelo rojo flexionado su brazo. Pensé que era una forma precisa de ver la maternidad estadounidense como una persona forastero. Reconoció la realidad de que estamos cumpliendo el rol de la maternidad, entre muchas cosas fuera del hogar. La fuerte imagen de Rosie Riveter puede ser una fortaleza poderosa de las mujeres y muchas veces las mujeres nunca ven su trabajo validado, ni siquiera en sus propios hogares. Las madres se encargan de muchas de las tareas del hogar, como lo que necesita cada niño, mantener al día con los correos electrónicos de la escuela, limpiar la casa, y cocinar. Como madre, decides entre quedarte en casa para cuidar a tu hijo o mantener tu propio trabajo para pagar los astronómicos costes del cuidado de tu hijo. De cualquier manera, considérate afortunado cuando tu familia te ayude o viven cerca de tu casa. Muchas madres no cuentan con ayuda adicional o, cuando la tienen, la disfunción familiar a menudo puede romper relaciones familiares importantes. También se espera que las mujeres estadounidenses trabajen, limpien, cocinen y realicen todas las demás actividades de los niños, como llevarlos a la biblioteca y programar citas para jugar. Y no dejes que nadie te pille quejándote porque inmediatamente te dirán que tenemos que estar agradecidos simplemente por tener hijos. Es como si nos hubieran condicionado a normalizar el agotamiento de la maternidad y que lo estuvieras haciendo todo como parte de una narrativa exitosa. La gente olvida que somos humanos con muchos matices y que podemos tener dos sentimientos diferentes al mismo tiempo. Podemos amar a nuestros hijos sin fin pero también sentirnos completamente abrumadas por el viaje de la maternidad.
Si elegimos trabajar, también tenemos que evaluar si confiamos en quienes fuera del hogar cuidan de nuestros hijos. ¿Tiene el proveedor de la guardería un manual para padre adecuado? ¿Cuál es el currículum del día a día? ¿Cómo se les responsabiliza por cualquier cosa que pueda salir mal? ¿Qué pasa cuando otros niños se portan mal? ¿Qué pasa si un niño pequeño comienza a golpear a su hijo? También desea una comunicación efectiva con su proveedor de guardería pero qué pasa si simplemente no se comunican? Tal vez no sepan cómo comunicarse, la tecnología sea un desafío o tal vez estén demasiados presionados. Como madre, sientes que estás pidiendo demasiado pero en realidad es solo lo mínimo. Quiere saber cómo le está yendo a su hijo mientras está lejos de usted por periodos prolongados de tiempo con personas que es esencialmente extraño para usted. Confiamos mucho en nuestros sistemas escolares, sistemas de atención médica, y proveedores de guarderías.
Incluso si trabajas fuera de la casa, eso no te excluye de otras responsabilidades de la maternidad. Hay muchas mujeres estadounidenses trabajando dentro y fuera del hogar al mismo tiempo. Recuerdo haber escuchado a una amiga decir: “ir a trabajar es como un escape.” En ese punto realicé completamente para mi. “Finalmente lo entendí,” me dije. El trabajo les permite este espacio para ser ellas mismas y un especie de respiro. Pueden mantener una carrera por la que probablemente han trabajado tan duro. Incluso si no es una carrera, son ingresos y eso importa.
Algunas mujeres tienen ciertas circunstancias atenuantes, como elegir una pareja que es abusiva. Un cónyuge que rara vez ayuda en la casa y solo espera que la mujer haga las tareas domésticas. Esto es aún más complicado para las madres que se han quedado en casa y han dejado de traer ingresos a su familia. Apenas tocamos la superficie de la historia de una madres cuando no reconocemos que se están aprovechando financieramente de las mujeres cuando no tienen acceso a sus cuentas bancarias y su cónyuge tiene control total de las finanzas.
Muchas mujeres enfrentan una historia de trauma infantil y la confianza es un problema constante. Desconfían incluso de los amigos que tienen buenas intenciones. Cuestionan los motivos porque una vez confiaron en familiares muy cercanos y fueron traicionados. Cada faceta de la vida de una madre puede quedar envuelta en esta desconfianza hacia los demás. Las estadísticas muestran que un sobreviviente probablemente será victimizado nuevamente por un familiar conocido o un amigo de confianza. Los sobrevivientes tienen incluso una tasa más alta de tener a sus propios hijos victimizados. Los sobrevivientes suelen ser cautelosos y tienen muy buenas razones.
Maternidad Traumatizada
Hoy como madres no solo asistimos a una crisis de salud mental muy pronunciada en los niños y adolescentes sino también en las madres. Las madres están soportando la crisis mental porque su hijo está sufriendo y es probable que sientan una increíble cantidad de vergüenza por lo que podrían haber hecho, habrian y deberian haber hecho. Muchas de estas cosas estaban fuera del control de la madre. Piense en cómo la genética influye en la adicción, las influencias y cuantos aspectos del entorno impactan al cerebro. Esta agitación interna también crea una crisis mental para las madres. Ver sufrir a su propio hijo y no poder detenerlo es un sentimiento más que desgarrador.
Muchas veces, las madres pueden sentir una sensación de impotencia porque fueron criadas como víctimas de un trauma infantil. Se congelaron cuando comenzó la violencia en aquel entonces, cuando hicieron todo lo posible por caminar con cuidado tratando de sortear el trauma generacional. Lo mismo ocurre hoy durante nuestra crisis de salud mental. Estamos congelados en cierto modo. Las tasas de suicido están aumentando. Estamos siendo testigos de un trauma a un ritmo sin precedentes. Las madres enfrentan continuamente esta desconfianza en las personas y el aislamiento es inevitable cuando se alejan de los demás.
Las madres son las últimas en esta lista en ocuparse de nuestras propias necesidades. Muchas madres bromean acerca de “tomarse un tiempo libre” mientras van solas al dentista o corren al supermercado. Delegamos varias tareas en casa, predecimos cuanto se necesita, cocinamos, gestionamos grandes emociones y todo el tiempo los sistemas que se supone deben cuidar de nuestros hijos se desmoronan.
Sin embargo, nosotras como madres, seguimos adelante, seguimos organizándonos, seguimos esperando que haya algo más en la vida que la violencia que azota a nuestra nación. Seguimos poniendo un pie delante del otro todos los días. Madres solteras, madres casadas con padres muertos y madres que simplemente sobreviven día tras día. Incluso las madres con parejas increíbles tienen dificultades.
El estigma está desapareciendo
De forma lenta pero segura, el estigma de la salud mental se está deteriorando. La gente se está dando cuenta de que la atención de salud mental es la atención de la salud física. Nosotras como madres llevaremos a nuestros hijos a terapia e incluso trabajaremos en lo que debemos hacer como padres. Llevamos a nuestros hijos a diversos eventos sociales, los involucramos en actividades de enriquecimiento y estamos dispuestos a ayudarlos de enriquecimiento y estamos dispuestos a ayudarlos de muchas otras maneras. Nos involucramos en los grupos de padres de la escuela, en los grupos comunitarios y los ayudamos a sentirse adaptados al nuevo comienzo del año escolar. Puede parecer que lo tenemos todo bajo control, pero es muy agradable sentirte apoyada también en tu papel como padre.
Las madres merecen una atención terapéutica de alta calidad y basada en el trauma que aborde el punto exacto de dolor de lo que ellas mismas no recibieron en su infancia. La terapia EMDR es un tratamiento muy eficaz para el trauma infantil y la crianza de los hijos. Podras trabajar en tus propios recuerdos de la infancia no tiene por qué interponerse en su forma de ser padre hoy. El trauma es muy paciente y aparecerá cuando menos lo espere, así como cuando los niños presenten desafíos. Actualmente acepto clientes en las Carolinas y en Illinois. Programe una llamada introductoria gratuita aqui o llame al 803-579-0279 o envieme un correo electrónico aqui .